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Claves en un proyecto de optimización de rutas (parte 2)

repartidor

Logística de Distribución.

Cómo optimizar rutas y no morir en el intento.

Como ya vimos en el anterior post “Las claves en un proyecto de optimización de rutas”, la problemática existente en implantaciones de software de optimización de rutas logísticas, es muy amplia. Si iniciamos nuestro análisis hablando de los roles habituales en estos proyectos y la mejor manera de gestionarlos, en esta ocasión, nos centraremos en todos aquellos problemas que pueden surgir a la hora de introducir cambios en la operativa diaria de las empresas.

La problemática habitual

Rutas optimizadas frente a rutas fijas

La idea de disponer de un algoritmo capaz de optimizar las rutas, ahorrar combustible y otros recursos y, además, lograr realizar las entregas en tiempo y forma, es el principal atractivo de este tipo de proyectos y, por supuesto, el principal deseo de toda Organización que desee reducir costes y optimizar sus procesos.

Sin embargo, en ocasiones, la realidad con la que nos encontramos es otra, ya que a pesar de que, a todas luces, una ruta optimizada es mucho más recomendable que el seguir “haciendo lo mismo y de la misma manera”, con demasiada frecuencia, el propio usuario acaba imponiendo las rutas fijas frente a las optimizadas propuestas por el algoritmo, debido a detalles de la operativa que, a su entender, resultan imposibles de cambiar, tales como:

  • “Los conductores siempre lo hacen así y ellos saben la mejor manera de realizar su ruta”, cambiarles esto “va a ser un lío y seguro que no merece la pena”.
  • Imposibilidad de mandar a un determinado conductor a un cliente. Debido, por ejemplo, a que a ese conductor realiza la entrega en último lugar y queda muy alejada de su casa, o porque el conductor realiza siempre la misma ruta y hace su descanso a la misma hora y en el sitio que más le gusta, o porque el conductor x no se lleva nada bien con el cliente y.

Situaciones que, aunque puedan resultar incluso cómicas, se plantean con bastante frecuencia y que un buen implantador, lejos de restarle importancia e imponer la ruta optimizada, debe ser capaz de adaptarse a las necesidades de la empresa y proponer soluciones válidas, pero transmitiendo a los usuarios las ventajas del cambio y la optimización.

Alisamiento

Un aspecto clave en la implantación de herramientas de optimización, ya sea en el ámbito de la logística o en cualquier otro, es la minimización de los recursos a emplear y su máximo aprovechamiento. Sin embargo, en ocasiones, el algoritmo de optimización logra reducir el número de vehículos a utilizar y por tanto el número de conductores necesarios, pero el usuario, ante esta propuesta, prefiere un alisamiento y repartir entre todos los vehículos disponibles las entregas, argumentando que, si elimina vehículos ahora, en picos de demanda podrá encontrarse con que los conductores descartados de flota subcontratada, ya no estén disponibles cuando les necesite, y puedan decirle, como cantó la Jurado… “ahora es tarde, señora”.

En estos casos, es clave respetar su decisión y su forma de proceder y no buscar imponer la reducción de recursos, pero si hacer hincapié en las ventajas y la reducción de costes que esto supondría y proponer soluciones como la de emplear a los conductores de flota propia en labores de almacén cuando no sean necesarios, mejorando así su productividad y logrando además el consiguiente ahorro de combustible, al reducir el número de vehículos.

Falta de comunicación interdepartamental

Hoy en día los procesos son cada vez más transversales, y las Organizaciones se presentan como complejos engranajes conectados entre sí y con gran dependencia unos de otros.

La existencia de equipos multidisciplinares involucrados en la implantación de este tipo de herramientas y una buena comunicación entre ellos, es crucial para el éxito del proyecto, pero por desgracia, seguimos encontrando muchas empresas demasiado compartimentas y con escasa o nula comunicación entre departamentos, así como líderes de equipo recelosos de compartir sus “miserias” con el resto de departamentos y cuya gestión se caracteriza por el ostracismo.

Ser capaces de transmitir la necesidad de que exista transparencia interdepartamental y una buena comunicación entre todos los involucrados en un proyecto de optimización de procesos será la clave para el correcto desarrollo del mismo.

¿Qué otros problemas habéis encontrado en proyectos de este tipo?

En próximos posts abordaremos el proceso de implantación en proyectos de optimización de rutas: toma de requisitos, fases, resistencia al cambio, etc. y hablaremos de los factores clave para lograr el éxito en un proyecto de este tipo.